Si algún día te sientes solo, te parece que nadie te entiende, sabes que te están juzgando de forma injusta o no entiendes a quienes te rodean, enhorabuena, eres perfectamente normal.

Puedes seguir pulsando el botón quejándote de que el ascensor que te iba a llevar dónde quieres estar no llega, o empezar a subir por las escaleras. Escalón a escalón. Tú decides.